Este abuelo es un peligro
Don Javier de Ochoperras nativo de Castellón y de 80 años, fue detenido ayer por la policía local tras varias denuncias de sus vecinos por comportamientos "totalmente" incívicos.
De bien es sabido en el barrio los vicios de Don Javier, veterano del chinchón y jugador asiduo del dominó en el bar de Pepe, ludópata y bebedor desde los 15 años con graves problemas mentales. Aunque la noticia mas gravé sucedió hace una semana, cuando Don Javier recibió la llamada al timbre de una vecina para comunicarle que la luz del edificio iba a ser cortada de manera temporal, en ese momento y sin mediar palabra Don Javier se puso la dentadura y comenzó a morder a la vecina al tiempo que la abofeteaba y la golpeaba con el bastón camperero, tal paliza recibió la mujer que hicieron falta 15 agentes de la policía, 8 guardias civiles y una treintena de vecinos para parar al enfurecido vecino, que horas mas tarde fue detenido.
Pero la historia de este hombre se remonta a su juventud, desde los 30 años entra en una soltería profunda por el fallecimiento de su esposa Doña Milagros (La Pelospincho), de tan solo un metro y medio, la cual cayó la WC y Don Javier tiró de la cadena sin darse cuenta. Desde ese momento Javier perdió los nervios y año tras año en el barrio aparecen trágicas noticias de este hombre, desde el lanzamiento de tomates y huevos por la ventana, hasta la mas sonada excentricidad por así llamarlo, cuando en 1991 cogió su escopeta de caza, puso el himno español, entonó la canción y comenzó a disparar a las palomas por la ventana que por allí volaban, todo esto a las 7 de mañana, destrozando parte del inmobiliario y causando temor entre los vecinos.
También se le conoce su pasión el Betis, tal es su pasión que llegaba a lanzar petardos de gran cilindrada en los ascensores del edificio, así como sacudidas que ponían en riesgo los pilares de la construcción. Este hombre debía a diferentes bares una cantidad desorbitada en concepto de bebidas y deudas procedentes del juego (se calcula en casi 5 millones de las antiguas pesetas), además había tenido varias peleas y problemas con jóvenes que jugaban a fútbol en la plaza colindante pues que el "viejo gañán" como así lo llamaban los jóvenes, lanzaba lejía en la pista para que estos se resbalaran y de vez en cuando soltaba a su pastor alemán, violaba mascotas, levantaba las faldas a las mujeres mayores, lanzaba la basura por la ventana, hacía sus necesidades en la puerta de la casa de los vecinos, engachaba chicles en la sotana de los reverendos, comia insectos, y así un largo etcétera.
Actualmente tiene pendiente cita con el juez de instancia pero no podrá jamás (bueno quizás) ingresar en prisión por su avanzada edad y sus problemas seniles.
1 comentario:
Yo también acabo de plantar un pino se lo dedico a don javier...
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